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CRISOCOLA, PROPIEDADES SANADORAS.

Por: Katrina Raphaell

La crisocola aporta su potencia en este momentos, por la energía que emana. Esta piedra femenina como la madre Tierra, nos permite anclarnos más a la Tierra. Ayuda también a mantener la calma y equilibra las hormonas que son las que mantienen la coherencia ante situaciones de presión.

En la evolución de los colores, la Crisocola uno de los rayos de color más elevados y puros dentro del espectro de los azules. En siglos pasados, la Turquesa era la principal piedra que manifestara esta frecuencia de color. Los Indios de América empleaban extensamente la Turquesa, y se sigue utilizando a menudo en joyas y adornos. Sin embargo, existe una piedra que luce ese mismo color, la Crisocola. Ambas son piedras semipreciosas, opacas y algo apagadas.

En alguna ocasión, al extraer Crisocola, se han descubierto silicatos con calidad de gema. Los depósitos de Crisocola son escasos (Nuevo México y América del Sur), y aún más excepcionales los de Crisocola con calidad de piedra preciosa (no obstante si explora con sinceridad, el buscador se sentirá atraído hacia ellas).  La Crisocola es la forma más evolucionada del color turquesa, la alegoría del azul profundo de un cielo de verano y de las aguas oceánicas que rodean Hawai. Es transparente, brillante, translúcida, de naturaleza preciosa y de calidad equivalente a la Aguamarina, el Topacio y la Kunzita. Desafortunadamente, la Crisocola no se encuentra con facilidad y su precio es elevado.

La Crisocola ha heredado un encanto que la convierte en una de las Piedras más hermosas de la Nueva Era. Ha tardado miles de años en presentarse al mundo, en todo su esplendor, transmitiendo al planeta, de inmediato, un mensaje de paz. Y pues la raza humana se vuelve más receptiva a las energías a la vez serenas y poderosas que contiene la Crisocola, no sería de extrañar que se descubrieran pronto otras minas para que disfrutemos con mayor facilidad de sus rayos azules y curativos.

La Crisocola es la piedra de la feminidad, del agua, del invierno y la luna; está cargada de energía pasiva y potente, aludiendo al mundo de las emociones y de la fuerza del Yin. A menudo, en pinturas y estatuas, La Madre Divina luce este color, símbolo de la compasión apacible que Ella inspira. La Crisocola irradia precisamente esa esencia y puede, por tanto, emplearse en desarrollar ciertas virtudes como la paciencia, bondad, tolerancia, compasión y humildad. Enseña al alma a entregarse a las fuerzas divinas latentes de nuestra propia naturaleza.

Por su feminidad, es la piedra ideal para tratar las molestias de la mujer. Es especialmente beneficiosa para mujeres con trastornos ligados a la regla (dolores de espalda, depresión), ya que equilibra las hormonas que regulan el ciclo. Es también una de las piedras más acertadas para utilizar en casos de aborto (voluntario o involuntario) o de histerectomía. Asimismo, ayuda durante el embarazo y el parto (llevándola consigo, puesta a modo de joya o meditando en ella). Para facilitar la regla, destraumatizar los tejidos tras un aborto, voluntario o involuntario, o después de una histerectomía, coloca tres piedras de Crisocola en la zona útero/ovarios y otra en el centro del tercer ojo. Con ello conseguirás neutralizar los pensamientos de tristeza y culpabilidad que pueda suscitar estas pruebas.

La Crisocola proporciona equilibrio emocional, puede de hecho aplicare al chakra del corazón, o llevarse como adorno y ayudar en la meditación para tener bajo control comportamientos emocionales equivocados o desproporcionados. Calma el dolor, la pena, y reduce la agresividad, infundiendo paz, comprensión y olvido. Alivia y consuela, es por lo tanto una piedra para emplear con aquella personas que no pueden o no quieren rendirse ante sus verdaderos sentimientos. Cicatrizando las heridas emocionales responsables de la cerrazón emotiva, la Crisocola enseña con dulzura a ganar sensibilidad y positiva vulnerabilidad. También instruye a las mujeres cómo ser más generosas, comprensivas, compasivas y maternales.

La Crisocola aporta paz a la mente y al corazón. No sólo se experimenta paz interior, sino también la expresión de una serenidad que abarca nuestra relación con el mundo exterior. No podemos armonizar con nuestra circunstancia, si no lo estamos con nosotros mismos. Cuanta más gente viva esta experiencia, mayor será su manifestación en el mundo exterior; la paz externa se reflejará en todos los ámbitos de la vida planetaria, personales e interpersonales. Es la “piedra de la paz” pues inicia en la calma interior, proyectando esa energía en el mundo entero, por medio de sentimientos, pensamientos y palabras que descubren su poderío.

La Crisocola puede emplearse como piedra refrescante para luchar contra la fiebre, curar quemaduras, neutralizar la agresividad y calmar un estado febril de excesivos nervios. En cualquiera de los casos mencionados, pueden aplicarse piedras en partes del cuerpo (tercer ojo, corazón, ombligo), llevarse puestas, o meditar en ella, respirando el azul de la Crisocola y exhalando las energías indeseables.

La Crisocola es realmente estupenda para aplicaciones corporales. Estimula cualquier chakra, infundiendo armonía y equilibrio entre los cuerpos celestes y el cuerpo físico. Azul es el chakra de la garganta; por tanto, una Crisocola aplicada sobre la garganta, el cuello, alivia y sana el desequilibrio tiroidal, los trastornos de la voz, las molestias de la garganta o las tensiones en el cuello y los hombros. Aplicándola en la zona del tercer ojo, hace de puente entre el estado de conciencia habitual y estados superiores que de otro modo sólo se manifestarían al cabo de varios años de disciplina y control mental. Al igual que el día une al cielo con la tierra, el azul profundo reflejado por esta piedra integra la conciencia cósmica en el estado de conciencia cotidiano.

Si deseas experimentar su esencia, túmbate y coloca una piedra de Crisocola entre las cejas, sin dejar de respirar profunda y lentamente, procurando que la mente no se detenga en los pensamientos que invaden la conciencia. El cuerpo se relajará, la mente se serenará y la Crisocola elevará tu conciencia hasta otros niveles. Si pretendes vivir este estado sutil de la mente, has de estar atento y despierto y enseñar a la mente a permanecer aún más relajada que durante el sueño, sin perder en ningún momento el hilo de la conciencia. Establecida la conexión, vivirás experiencias de fuera del cuerpo; los reinos sutiles del ser dejarán de ser mundos herméticos. Cuando practiques meditaciones de esta índole, habrás de proteger tu ser cubriéndolo de luz blanca; y antes de partir rumbo a los reinos sutiles, deberás acogerte a la orientación divina. Esta meditación estimula el octavo chakra, el centro de energía situado a unos 15 cms. más allá de la cabeza (llamado “estrella del alma”). Al activarse, este chakra establece el enlace entre el individuo y las fuerzas del cosmos.

La Crisocola también presta servicios inestimables como “piedra de visión”,mostrándonos acontecimientos pasados y futuros. Sujetando una Crisocola, de calidad y transparencia excepcionales, entre el índice y el pulgar, fijando la atención en ella, el espejo de la piedra dará vida a imágenes, símbolos, escenas y visiones. Para lograr esta visión clarividente, debes perderte en el color y energía de la piedra, grabando simultáneamente en la memoria todo lo presenciado. Muchas visiones proféticas pueden emplearse de modo constructivo, a favor de la paz, siempre y cuando se utilicen correctamente los poderes mágicos de la piedra. Al igual que otras Piedras de Poder de la Nueva Era, el uso de su fuerza debe estar movido por intenciones sanas y objetivos humanitarios. Si alguien se valiera de ellas para sacarles un provecho egoísta, puede que le destrocen la vida. En cambio, si se emplean debidamente, las Crisocolas aportan paz a la vida y a la tierra expansión y armonía.

De su libro La iluminación por los Cristales, Las propiedades transformadoras de cristales y piedras curativas. Trilogía de los Cristales (vol. 1).